lunes, 11 de mayo de 2015

Sólo llénalo

Basta.
No hables.
Déjalo estar.
Solo llena este momento de razones.
Razones para vivir, para pensar, para respirar. Llénalo de todas esas cosas, llénalo de magia, encanto, alegría. Llénalo de amor, de palabras.
No lo llenes de odio ni de maldad. No lo llenes con falsos "te quiero". No lo llenes con pequeñas dosis de cariño. Llénalo a lo grande, como si todo tu amor se fuera a acabar mañana mismo. Como si fuéramos las únicas personas en la Tierra e intentáramos encontrarnos aún estando a cien mil kilómetros la una de la otra. Llénalo de ilusión, de música, de letras. Cómo éstas que son para ti.
Llénalo de ti. De mi. Llénalo y no lo vacíes nunca, porque si algún día lo haces todo estará perdido entonces. Si algún día lo vacías comprenderé que en vez de vencer, tu has sido el vencido.
No me pidas que me quiera, no me pidas que sea lo que tu quieras. Se que jamás esperarás de mi algo que no podré darte. Yo de ti no lo espero. Solo espero que sigas llenando ese momento de razones. De tus razones, de las mías. Que lo llenes de futuro, de esperanza, de gloria.
Deja de llenarlo de guerras en las que ni se gana, ni se pierde, ni se nada. Deja de llenarlo de absurdas batallas, en las que el único que muere es el corazón.
Llénalo de horas, aunque sean perdidas. De mensajes a las tantas de la madrugada. Llénalo de llamadas que me dicen "te echo de menos". Incluso te pido que lo llenes de sexo, de catarsis, de placer, de éxtasis.
Pero no hables.
No me complazcas.
Solo llena este momento.

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