lunes, 30 de marzo de 2015

Romperse

Intento no pensar. No darle vueltas. Pero cada vez que la pantalla de mi móvil se ilumina, un pedazo de mi se rompe. No quiero verlo, pero acabo cediendo. Nada. No es él. Lo se, se que es muy triste que cada segundo de mi vida dependa de alguien, pero no lo puedo evitar. Pienso que al no darle vueltas alejo el problema pero lo único que hago es taparlo. Jamas me había sentido tan mal y tan sucia. Y no sucia en el mejor sentido de la palabra. Si no sucia por dentro, igual que basura.
Y es ahí cuando me doy cuenta de lo frágil que te pueden hacer sentir algunas personas, de como te rompen y como no puedes hacer nada. Y es imposible cambiarlo, porque una vez que te atrapan no te sueltan hasta que han jugado lo suficiente como para romperte. Y luego te dejan, porque rota, no vales nada.

martes, 24 de marzo de 2015

Bajo "el puti"

 A veces, no está de más recordar a la gente importante para ti lo mucho que los quieres. Hoy, quiero hacer un pequeño homenaje a un bajo que ha unido muchas cosas. Desde que fue alquilado no ha dejado de entrar gente (y de salir), puede que algunos lleven desde el principio aquí. Puede que otros muchos nos hayamos incorporado un poco después. Y no descarto que se incorpore más gente. Pero da igual cuando hayamos entrado, lo verdaderamente importante es lo que hay detrás de esa puerta de cristal forrada con papel marrón.
 Por eso hoy quiero dejar a un lado el tema universal del amor, para centrarme en la verdadera amistad. Hoy quiero agradecer lo que hace este lugar por mi. Gracias a Desi y a Manu por sus fiestas de los sábados una vez al mes (como mínimo). Gracias a Alvaro por los bailes. Gracias a Alejandro, Joel y Pani por animarme siempre que lo necesito. Gracias a Eva y Anais por recuperar el tiempo perdido (el tiempo lo pone todo en su lugar). Gracias a Lidia por las bachatas. Gracias a Roncero por cuidar de nosotros. Gracias a Presu, por todo en general, ya sabes. Gracias a todos por hacer de esta una gran familia, que cada vez va creciendo más. Por los "vamos al alimerka a comprar que tengo hambre" o los "se abre a las cinco" 
 Gracias, de verdad, por ser mi familia y por hacerme sentir como en casa. Soy afortunada, y mucho. Jamás me había sentido tan bien como con vosotros. 
 ¡Por todo el tiempo que nos queda, gracias!

lunes, 23 de marzo de 2015

¿Qué es más difícil?

 Decir "te quiero" nunca ha sido fácil. Bueno, rectifico: nunca ha sido fácil si lo dices de verdad. 
 Pero no se que es más difícil, si decir "te quiero" o reaccionar a unas palabras que dicen tanto.
Creo que toda persona que haya amado, ama o ame ha dicho estas palabras. Pero ¿qué es querer de verdad a alguien? ¿Os lo habéis planteado alguna vez? Y cuando digo querer, me refiero a querer de verdad, con el corazón, no a un rollo de una noche.
 Para mi querer es un desayuno en la cama, son cosquillas en la cocina, besos en la calle y bailes en el salón. Querer, son pequeños detalles que van construyendo una vida de dos y que hacen más feliz a la otra persona. 
 A la pregunta de qué es más difícil, no abría muy bien que contestaros. Decir "te quiero" no es algo que se deba tomar a la ligera, pero tampoco hay que forzarlo, solo hay que dejarse llevar por lo que se siente (así que no tengáis miedo a decirlo si de verdad lo sentís). Por otra parte, reaccionar tampoco es algo sencillo si no tienes claro tus sentimientos. Muchas veces cuando nos dicen que nos quieren, decimos que nosotros también queremos a esa persona cuando muchas veces no estamos del todo seguros. 
 Por eso, yo ahora os pregunto: ¿Que es más difícil, decir te quiero o reaccionar a este?

Mi primer "te quiero"

Solo quedábamos ella y yo, bailando en aquel salón. Sonaba una canción lenta, creo que era de Ed Sheran pero no estoy seguro. Ella se abrazaba a mi y se acomodaba en mi pecho mientras yo le acariciaba el pelo y la miraba. Vaya cara de bobo que debía de tener; me volvía completamente loco.
Alzó la vista y nuestros ojos se encontraron. Me vi reflejado en ese precioso mar azul, en sus pupilas dilatadas. He visto mil mares en mi vida pero jamás había visto algo como aquel que se acumulaba en sus ojos. 
Me vino a la mente la imagen de mis padres abrazados en el salón y como yo les decía que parasen que ya eran mayores. Supongo que a ningún hijo le gusta ver esa escena, pero ahora que yo la estaba viviendo me pareció algo hermoso. El pensamiento al recordar a mis padre hizo que me turbara un poco pero el dolor enseguida cesó cuando la vi sonreír. 
Si, ella me hacia feliz. Era ella la mujer con la que quería compartir el resto de mi vida.
Y allí, bajo la atenta mirada de las pocas personas que quedaban le declaré todo lo que sentía por ella, le regalé hasta un collar de plata con su nombre (si, ya se que se suele regalar un anillo en estos casos, pero yo quería hacerlo especial). Que feliz parecía y que preciosa estaba. Incluso con la cara negra por el rímel corrido al llorar me parecía la mujer más preciosa del mundo. 
No necesitaba nada más, solo la necesitaba a ella y a su risa. Dios, su risa, jamás había oído una risa más bonita, y no quería oír otra en mi cama que no fuese la suya cuando le hacía cosquillas.
Y por fin, aquella noche ella escuchó un "te quiero" de verdad, sincero, y yo por fin había hecho que aquellas palabras carecieran de sentido. Había sido mi primer "te quiero".
Lo demás es historia.

martes, 10 de marzo de 2015

Día 5775

Día 5775 de una vida que no va a ninguna parte. Hoy como todos los días me vuelvo a querer morir. Pero de un manera rápida, sin sufrimiento alguno. Quiero morir y volver a nacer, volver a ser la de antes. Quiero volver a sonreír  y volver a hablar sin miedo al que dirán, pero veo que esa meta cada día esta mas lejos. Se vuelve borrosa, hasta difuminarse y desaparecer casi. 
Todos los días veo el tipo de sociedad en la que vivo, en la que se intenta ser diferente, y por ello acabamos siendo todos iguales, en la que los libros y las películas nos crean unos ideales que están muy alejados de lo que nosotros esperamos. Nos pasamos la vida buscando al "chico malo" predecesor del famoso príncipe azul que es un borde con todas excepto contigo, al que consigues cambiar y se vuelve un sensible y un romántico. No os engañéis, no existen. También está el tema de que tienes que vestir de una forma poco ortodoxa y llamativa, pero si lo haces la gente te mira mal porque es diferente, y yo me pregunto ¿A donde vamos a ir a parar? Preguntaroslo, aunque sea solo un momento. Yo no lo se, y no se si quiero saberlo, lo único que se es que quiero volver a ser feliz y mañana poder escribir: Día 5776 de una vida que hoy por fin, tiene sentido. Pero creo que ese deseo está muy alejado de que pueda ocurrir. Ojalá. Algún dia...