sábado, 26 de septiembre de 2015

Mañanas de fantasías

Me adentro en el paraíso de tu mirada
como luz cegadora que no te deja ver más allá. 
Calco mi mano en la tierra húmeda de tu vientre, intentado calarte lo más profundo que puedo. 
Clavo mis uñas en cada una de tus vértebras, en cada una de tus costillas, dejando marcas. Borrando cicatrices. 
Araño tu cara y tu cuello, te aprieto fuerte contra mi – como si así no fueras a irte – y me estremezco al sentir que soy yo la que se va. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario