jueves, 3 de septiembre de 2015

Reflexión mental.

Era de las que siempre llegaban tarde y de las que regalaban amor a quienes menos lo merecían pero más lo necesitaban. Tal vez por eso siempre se llevaba tantos fracasos, a nivel solo personal, porque nivel profesional no tenía ninguno. O tal vez si lo tuviera, pero nunca lo mostró. Y que paradójico todo, tan tímida era para entrar a pedir cambio en un bar, pero tan extrovertida cuando sonaba alguna canción y se ponía a bailar, o cuando iba con alguna copa de más. Y aún borracha y despeinada estaba guapa. Incluso cuando lloraba y la cara se le llenaba de rímel lo estaba. Era de las que lloraba por las noches y de las que delante de todos reía. De las que se arreglaba incluso para ir a comprar el pan, solo para verse guapa. Y es que a ella le daba igual no ser del agrado de los demás, ella era del suyo. Puede que eso es lo que mas admirase de ella.

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