lunes, 30 de marzo de 2015

Romperse

Intento no pensar. No darle vueltas. Pero cada vez que la pantalla de mi móvil se ilumina, un pedazo de mi se rompe. No quiero verlo, pero acabo cediendo. Nada. No es él. Lo se, se que es muy triste que cada segundo de mi vida dependa de alguien, pero no lo puedo evitar. Pienso que al no darle vueltas alejo el problema pero lo único que hago es taparlo. Jamas me había sentido tan mal y tan sucia. Y no sucia en el mejor sentido de la palabra. Si no sucia por dentro, igual que basura.
Y es ahí cuando me doy cuenta de lo frágil que te pueden hacer sentir algunas personas, de como te rompen y como no puedes hacer nada. Y es imposible cambiarlo, porque una vez que te atrapan no te sueltan hasta que han jugado lo suficiente como para romperte. Y luego te dejan, porque rota, no vales nada.

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