lunes, 23 de marzo de 2015

Mi primer "te quiero"

Solo quedábamos ella y yo, bailando en aquel salón. Sonaba una canción lenta, creo que era de Ed Sheran pero no estoy seguro. Ella se abrazaba a mi y se acomodaba en mi pecho mientras yo le acariciaba el pelo y la miraba. Vaya cara de bobo que debía de tener; me volvía completamente loco.
Alzó la vista y nuestros ojos se encontraron. Me vi reflejado en ese precioso mar azul, en sus pupilas dilatadas. He visto mil mares en mi vida pero jamás había visto algo como aquel que se acumulaba en sus ojos. 
Me vino a la mente la imagen de mis padres abrazados en el salón y como yo les decía que parasen que ya eran mayores. Supongo que a ningún hijo le gusta ver esa escena, pero ahora que yo la estaba viviendo me pareció algo hermoso. El pensamiento al recordar a mis padre hizo que me turbara un poco pero el dolor enseguida cesó cuando la vi sonreír. 
Si, ella me hacia feliz. Era ella la mujer con la que quería compartir el resto de mi vida.
Y allí, bajo la atenta mirada de las pocas personas que quedaban le declaré todo lo que sentía por ella, le regalé hasta un collar de plata con su nombre (si, ya se que se suele regalar un anillo en estos casos, pero yo quería hacerlo especial). Que feliz parecía y que preciosa estaba. Incluso con la cara negra por el rímel corrido al llorar me parecía la mujer más preciosa del mundo. 
No necesitaba nada más, solo la necesitaba a ella y a su risa. Dios, su risa, jamás había oído una risa más bonita, y no quería oír otra en mi cama que no fuese la suya cuando le hacía cosquillas.
Y por fin, aquella noche ella escuchó un "te quiero" de verdad, sincero, y yo por fin había hecho que aquellas palabras carecieran de sentido. Había sido mi primer "te quiero".
Lo demás es historia.

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