Ella... Ella era igual que él, valiente, ingenua, buena... De las que daba sin recibir nada a cambio, de las que hacia las cosas porque le gustaban. Pero tambien era miedosa. Lo que más temía era desenamorarse y olvidar al que ella creía que era el amor de su vida. Ellos se gustaban, pero jamás lo sabrían, porque por miedo a fracasar, los dos nunca se dijeron lo que sentían. Y es que nadie dijo que enamorarse fuera fácil, pero a su lado él, lo veía todo más sencillo y a ella todo se le hacía mejor y más bonito, pero el miedo los consumió, haciendo que cada uno viviera de forma paralela al otro. Viendo como sus vidas constaban de menos sentido cada día, y es que a veces vale más arriesgarse y ganar, que no hacerlo y perder. Por eso hoy, me gustaría dar un aplauso a todas esas personas que se quieren y no están juntos, porque hay que ser muy fuerte para soportar semejante dolor.
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